Una vez el coche aparcado nos acercamos al inicio del río donde os vestimos de aventura: nos ponemos los neoprenos, cascos y chalecos y nos damos el primer baño. Te contamos tooodo lo que debes saber sobre el recorrido, que no tienes que hacer (siempre ofrecemos una alternativa, por si tienes miedo), de cómo actuar al pasar por los rápidos, donde nos podremos tirar al agua y otros aspectos de interés.

Y empieza el show.

Con el apoyo y las explicaciones del guía comienza el rafting y llega la adrenalina y diversión. Se manifiesta en forma de rápidos, corrientes y fauna salvaje, de sentir cómo te fusionas con la naturaleza a tu paso por el río, de cómo te encanta formar parte de ese pequeño grupo que es tu barca y, sobre todo, de sensación de aventura. De ponerte un reto y conseguirlo.

Las zonas de rápido sube la adrenalina, pero no te lo vamos a describir aquí; queremos que vengas y lo veas por ti mismo.

Tras acabar la actividad (unas 2-3h), toca cambiarse e hidratarse, si sí, sabemos que la actividad ha sido todo el rato en agua, pero en la salida os damos de la de beber, ya toca quitarse el neopreno y vestirse con la ropa seca que hemos dejado en la furgoneta de la empresa al empezar la actividad, no te preocupes porque en todo momento el personal está al tanto de tus pertenencias. Los conductores que hayan llevado coche se cambian los primeros, pues tras ir  por los coches subiremos a los acompañantes hasta el punto que el monitor os diga para la espera, lo hacemos así para que tu coche no pase en ningún momento por el camino de tierra, en todo momento toca asfalta. Tras llevaros vuelta al punto de partida y ahí nos decimos un adiós que por experiencia propia te decimos que no es tal, sino más bien un «hasta luego».